Sin duda, sigo siendo una aprendiz de triatleta, tal como decía el nombre de mi blog: me pongo nerviosa antes de una competi, hay muchos términos que sigo sin entender, la mecánica de la bici me sigue sonando a chino, sigo quedando en la parte media de la tabla...pero aún así, algo ha cambiado, el Tri está ya demasiado metido en mi vida.
No pasa un día sin que me dedique un rato a pensar en ello: dónde quiero competir, cómo voy a entrenar, en qué fallé en la última competición, cómo me siento...Me parece tan divertido!!!...y a la vez tan sacrificado!
Creo que esto ya no es un hobby, es una forma de entender la vida, de moverte en ella, una forma de pensar y una forma de ser.
Decía Aurora Pérez - "Podrías creer que con el paso de los lustros mi cuerpo se ha hecho inerte al sufrimiento, pero prefiero pensar que mi vida se ha hecho adicta al valor del esfuerzo".
Es así, las cosas que no me hacen esforzarme, me parecen aburridas.
Suena el despertador a las 6.15, y pienso que cuando me suba a la cinta de correr, pondré el piloto automático, a 10.5Km/h, y así dejaré pasar el tiempo...pero nunca es así, pruebo unas series, subo el ritmo, cada vez un poco más...lo sigo subiendo. Parece que si no me asfixio, no he entrenado.
Miércoles, hoy toca GAP. Me han cambiado el profesor y con ésta es un paseo en el que sólo sudo ligeramente. El clan marujil del gimnasio se quejó del otro profesor (que era muy cañero), y ahora están encantadas. Yo me aburro, y no sé si volveré. Me he hecho adicta al esfuerzo.
Jueves, spinning. A los 10 minutos estoy pidiendo la hora. Es muy fácil, Marieta, no apretes la rueda de regular la fuerza, y pedalea fácil. No sé cómo hacerlo, hay un demonio en mí, que me hace sufrir a mí misma.
Viernes, salgo sola con la bici. Me repito doscientas veces: ve de paseo, relájate, no hay prisa, afloja...pero hay algo dentro de mí que no me deja, nunca me deja. Me hace subir los vatios hasta que no puedo más.
Sábado, salgo en bici con los amigos, y siempre me esfuerzo todo lo que doy por seguir su rueda.
Aún así, hay veces que la cabeza dice no, que ha gastado el cupo de sufrimiento, y da igual lo que te digan, si tu cabeza dice que no. Aún me acuerdo (y Juanvi y Juanito seguro que también), del día que fuimos a subir Navacerrada. Salimos de Colmenar, dirección Soto y luego Cerceda. Me llevaron con el gancho todo el camino. Mi cabeza ese día era un NO gigante. Ya cerca de la base de Navacerrada, no podía más y como no había forma de que me dejaran sola, me planté. Pie a tierra, y me faltó llorárles para que me dejaran darme la vuelta. Obligada y a regañadientes subí (y sufrí), aunque luego me alegré (y no volví nunca más).
De todas formas, soy perezosa, no lo puedo negar, me cuesta ponerme en marcha, casi el 100% de los días que entreno,me quedaría más agusto en el sofá. Aunque una vez que me pongo, me exijo más de lo que debería, y disfruto cada momento. Ya sabemos todos que el entreno tiene que ser mayoritariamente aeróbico, pero creo que no soy la única, que si cuando acaba el entre no he sufrido un poco, es como si no hubieramos entrenado.
Pero bueno, aparte de estas divagaciones...este finde ha sido de lo más familiar. Y es que me encanta compartir mi "Trilosophy" con la familia.
En este ocasión, se estrenaba mi primo Javi en el du supersprint que había en la Casa de Campo. Y menudo estreno!!! A pesar del día de perros que hacía, allí estaban muchos valientes estrenándose en la distancia. Nos hizo gritar de lo lindo, porque estuvo bastante emocionante. Le vimos salir bastante rápido, por la parte de delante. Entró en la T1 el décimo, y llegar a la T2 el cuarto. Puesto que mantuvo hasta el final. Joder, qué engañados nos tenía!. Lo mejor, que ya está enganchado a ésto, y tenemos otro adepto más en la familia.
Y el domingo otra carrerita familiar. Esta vez era la Legua del cole (volviendo como cada año), y corríamos con mi hermano Rober. Rober el que no deja de hablar ni haciendo series. El que en carrera, te puede contar si el de allí es cliente suyo, si luego vamos a comer en no sé dónde...mientras tú vas a su lado sin poder levantar una ceja. Insultante. Todavía me acuerdo cuando salíamos juntos y la cosa era al revés.
Gracias a la buena compañía, y a mis padres, que estuvieron de pomponeros-fotógrafos, quedé primera, y me dieron el copón de la Champions. Los curas no escatimaron en copa...joder, no sé ni donde meterla! Lo mejor no fué el puesto, sino que veo que vuelvo a correr a un ritmo que llevaba meses sin ver (4.40min/km).
Y lo mismo le pasó a Juanvi, que quedó cuarto, corriendo a 3.52min/km, y que está feliz de la vida, por ver aparecer un tímido 3 en su Forerunner.
Ni Barça, ni Madrid, la copa es nuestra ;-)
Seguiremos disfrutando en familia...
PD. Y si, Pequis, no se trata de un error tipográfico en mis "Próximas Competiciones" ;-) Está entre mis objetivos de 2012 correr un maratón a final de año. Probablemente el de Valencia. El del mazo se empeña en que quiere conocerme, y no seré yo quién le niegue ese placer. Nos veremos. La verdad es que el invierno con la bici se hace duro, y la carrera es más llevadera, así que empezaremos la temporada de tri algo más tarde.